En España, y concretamente en Valencia, es frecuente realizar revisiones periódicas para prevenir enfermedades como el cáncer, problemas de higiene bucodental o pérdida de vista. Sin embargo, lamentablemente, no tratamos con el mismo cuidado nuestras orejas y nariz, que no es ni nada menos, de menor importancia que otra parte de nuestro cuerpo… Pero, y se que te estás preguntando en estos momentos, ¿y por qué motivo debería de ir al otorrino?, ¿de qué me puede prevenir?, ¿es realmente necesario?.
Mi respuesta, como doctor en el campo más de 30 años, es SÍ.
Acudir, al otorrinolaringólogo te ayudará a prevenir, al menos, los siguientes síntomas:
- En el oído
Prevenir lesiones por el ruido. Trauma acústico
Generalmente, vivimos o trabajamos en ambientes con mucho ruido que es perjudicial para el oído. Exponerse a ellos, durante mucho tiempo en algunos casos o situaciones supone una pérdida de audición que es IRREVERSIBLE. Da igual el tipo de ruido, es tan perjudicial la música fuerte como los petardos, los martillazos, el ruido de una sierra radial o los martillos neumáticos. A esta lesión del oído se le llama “trauma acústico”.
La pérdida de audición al principio afecta a frecuencias agudas, las cuales no son las más importantes a la hora de escuchar las conversaciones, por lo que al principio es posible que el paciente no note esa pérdida y si sigue exponiéndose a ruido fuerte la lesión va a ir en aumento y va a afectar a otras frecuencias con lo que aparecerán problemas en la comprensión de la palabra hablada.
Realizando revisiones periódicas al otorrino podemos prevenir el trauma acústico, antes de que el paciente lo haya notado.
Este tipo de enfermedad es frecuente en profesionales que trabajan con una alta exposición al ruido (por ejemplo, pilotos, obreros, carpinteros, músicos, djs, peluqueros o personal aeroportuario), por utilizar auriculares con la música muy fuerte, en falleros, militares, policías y también es frecuente en cazadores, en ellos la lesión es más intensa en el oído izquierdo, pues al encarar la escopeta, el oído izquierdo queda más expuesto a la explosión, mientras que el oído derecho al quedar hacia atrás, se ve menos afectado por el ruido de la explosión y sufre menos el trauma acústico.
Evitar infecciones en el oído
Otro motivo importante por el que ir al otorrino es para prevenir infecciones en el oído. El origen de este problema se da en la secreción de cerumen que sirve de defensa al conducto auditivo.
“Utilizar bastoncillos de algodón para limpiar la cera no es conveniente pues estamos eliminando una barrera a las infecciones”
En ocasiones esta secreción es abundante y se forma lo que conocemos como tapón de cera. Utilizar bastoncillos de algodón para limpiar la cera no es conveniente pues estamos eliminando una barrera a las infecciones. Además, con el uso de bastoncillos, no vamos a evitar que se forme un tapón de cera sino que se corre el riesgo de introducir el tapón más hacia adentro del conducto con lo que se producen más molestias y después será más complicado de extraer.
La secreción de cerumen no suele producir molestias hasta que no tapa completamente el conducto, en este momento notaremos una disminución de la audición y una sensación de taponamiento. En algunas ocasiones comenzamos a notarlo después de la entrada de agua, esto es porque el tapón de cera al hidratarse, se hincha, aumenta de volumen y notamos el oido tapado, sensación que desaparece al cabo de un rato cuando se ha secado.
En ocasiones el tapón de cera no es completo y no notamos nada, pero puede entrar agua en el oído y el tapón hace de barrera que impide la salida del agua con la consiguiente molestia y la posibilidad de que se produzca una otitis por la humedad mantenida en el conducto auditivo.
Por estos motivos debe realizarse una revisión de los oídos por el otorrino.
- En la nariz
Permitir la respiración nasal
La nariz tiene una función respiratoria, debe filtrar, humedecer y calentar el aire antes de que llegue a los pulmones.
Para ello la nariz opone una resistencia al paso del aire, es decir, nos va a costar más respirar por la nariz que por la boca es lo correcto y aunque, nos parezca más dificultoso ya que ésta favorece el intercambio de gases que tiene lugar en los pulmones.
“Las dos fosas nasales no tienen la misma amplitud al mismo tiempo”
La ventilación nasal tiene una serie de peculiaridades, por ejemplo, las dos fosas nasales no tienen la misma amplitud al mismo tiempo, s lo que se conoce como ciclo nasal: en un momento pasa más aire por una fosa que por la otra y en un periodo que varía entre 2 y 6 horas se producirá la situación inversa en función de la temperatura y la humedad del aire. Por eso siempre notaremos que pasa más aire por una fosa que por la otra, siendo esto una situación normal que no nos debe preocupar.
Otra característica de la respiración nasal es un reflejo que sucede cuando estamos tumbados o a la hora de dormir.
Al estar acostados aumenta la cantidad de sangre que llega a las estructuras nasales, con lo que estas se ensanchan un poco, estrechando el sitio para que pase el aire y puede dar lugar a que notemos que respiramos peor. Esto puede ser por alguna alteración interna de la nariz por lo que deberá acudir al otorrino.
Cuando estamos tumbados o durmiendo también, sucede un reflejo nasal que consiste en que al estar tumbados de lado, la fosa nasal que queda abajo se congestiona y se tapa, y la que queda arriba se despeja y deja pasar bien el aire.
Si el tabique nasal está recto, no notamos nada pero, si hay una desviación del tabique nasal, ésta puede impedir que se despeje la fosa nasal de arriba, con lo que se produce un bloqueo nasal que perjudica la respiración y al sueño. Por ello es conveniente la revisión por el otorrino, para valorar una posible desviación septal, y la necesidad de una rinoplastia.