La rinoplastia de la nariz ancha es una de las operaciones más discretas y efectivas que existen lo cual le ha convertido en una de las cirugía estéticas más empleadas entre las celebrities. Famosas como Angelina Jolie, por ejemplo, no han podido resistir a mejorar su imagen a través de ella. Debido a que la nariz ancha puede darse por amplitud de la dimensión horizontal de la punta o por que el dorso sea ancho hablaremos de dos tipos de operación:
• Rinoplastia de punta cuadrada
Nos encontramos ante una situación denominada punta cuadrada, determinada por la anchura de los cartílagos alares que son los que conforman la punta nasal. Además de tener un volumen aumentado, las cúpulas están separadas, dando lugar a una mayor anchura de la punta nasal.
La operación estética de nariz de punta cuadrada, en es este caso consistirá en un abordaje de rinoplastia abierta, a través de la cual realizaremos como primer paso una exéresis del borde dorsal de los cartílagos alares para disminuir el volumen de la punta.
En esta cirugía es recomendable, además, colocar un injerto en poste o “strut” columelar con el cual aumentamos la altura de la punta y le damos estabilidad. Si fuese necesario realizaríamos una sutura de formación de nuevas cúpulas con la que aumentamos la definición de la punta y si aún así queremos estrecharla todavía más haremos una sutura interdomal con la cual aproximamos ambas cúpulas hasta conseguir la forma deseada.
En ocasiones, también, puede ser necesaria una sutura de ecualización domal con la que conseguimos la simetría de ambos cartílagos alares y, en el caso de que sea precisa, una sutura de situación de la punta conseguirá el resultado adecuado.
• Rinoplastia por dorso nasal
En caso de que sea el dorso nasal el responsable de la anchura de la nariz nuestro objetivo será aproximar ambos huesos propios para estrechar la nariz.
Si existe una giba dorsal (es decir, curvatura de la nariz) procederemos a su extirpación, lo cual nos va a facilitar la maniobra de aproximar los huesos propios que conseguiremos mediante la realización de osteotomías.
En primer lugar, realizamos las osteotomías mediales con las que separamos los huesos propios del hueso frontal. Seguidamente, llevamos a cabo las osteotomías basales con las que separamos los huesos propios de la premaxila de tal forma que ambos queden sueltos y los podamos movilizar hacia el centro.
Los cartílagos superiores que son los que conforman el dorso cartilaginoso, al estar unidos a los huesos propios se van a desplazar hacia la línea media en la misma medida que estos estrechando el dorso cartilaginoso al mismo tiempo.
Este procedimiento es en realidad el que utilizamos para resolver el “techo abierto” (open roof) situación que ocurre cuando quitamos una giba osteocartilaginosa prominente tras lo cual queda en el dorso una superficie plana, muy antiestética, y que si no corregimos produce problemas en la respiración nasal, dando lugar a molestias al inspirar aire frío.